Cuatro claves para ser mas productivo teletrabajando desde casa
Prepara un espacio adecuado
Lo primero que debemos hacer es encontrar un rincón de la casa donde poder ubicar nuestro espacio de trabajo. No todos tenemos la suerte de disponer de una habitación entera para adaptarla en forma de despacho, por lo que tendremos que buscar alternativas como un escritorio en el dormitorio, la mesa del salón o en la cocina.
Es importante que si tu espacio te lo permite, lo uses única y exclusivamente para trabajar. Además, es totalmente desaconsejable trabajar en el sofá, delante de la televisión o en la cama. Es muy importante cerrar la puerta de la habitación de ser posible. Comunica a las personas que viven contigo que vas a trabajar para minimizar el número de interrupciones.
Por otro lado, tu lugar de trabajo tiene que ser espacioso (en la medida de lo posible), limpio y ordenado. Hazte con una silla ergonómica, pensada para poder ajustar tu postura cómodamente durante horas de trabajo. La temperatura no debe ser ni muy cálida ni muy fría. Evitar los extremos. También, buscar un sitio que no sea muy ruidoso.
Uno de los aspectos más importantes de un buen espacio de trabajo es la iluminación. Es por eso que es recomendable buscar un rincón de la casa con mucha luz natural y evitar los reflejos en la pantalla del ordenador. En caso de contar con poca luz natural o trabajar de noche, usar luz blanca y fría (no produce calor).
Establece unos horarios
Crear unos horarios y rutina de trabajo ayudan a que tu cuerpo y mente sepan cuando toca trabajar y se preparen para ello. Para eso, establece un horario que se adapte a tus necesidades. Incluye tiempo para el trabajo, descanso, ocio y hacer ejercicio. El hecho de hacer ejercicio o practicar algún deporte conlleva muchos beneficios para nuestro cerebro y hace que seamos más productivos.
Algunos de los beneficios de hacer ejercicio son:
- Mayor capacidad de concentración
- Sensación de felicidad debido a la liberación de endorfinas
- Mayor agilidad en los procesos cognitivos debido a la oxigenación del cerebro
- Reducción de los niveles de estrés
- Mayor fuerza de voluntad
Es probable que no des con la rutina adecuada a la primera, por eso la debes ir ajustando hasta que se adapte a tus necesidades.
Procura que tu horario sea razonable. Si estableces demasiadas horas de trabajo es probable que termines siendo menos productivo o que hagas cosas que parecen trabajo pero que realmente no lo son o no te ayudan a conseguir tus objetivos, como por ejemplo, usar demasiado las redes sociales.
Planifica la jornada
No improvises. Planifica las tareas que tienes que realizar antes de empezar la jornada o el día anterior. Lo ideal es dedicar un breve espacio de tiempo el día anterior para planear lo que tienes que hacer al día siguiente. De esta forma, si te vas a dormir con una idea clara de lo que tienes que hacer mañana, te vas a levantar más rápido, con más ganas y con las ideas bien claras.
Cuando hagas la revisión de tareas a realizar, destaca las más importantes, es decir las que hay que hacer cuanto antes, las que sean más pesadas o las que te ayuden a avanzar más en tu proyecto. Habrá que abordar estas tareas en el momento del día en el que tengamos más energía que normalmente suele ser al empezar la jornada aunque hay gente que es más productiva por la noche.
No te pases con estas tareas. Se aconseja realizar entre 1 y 3 al día. Si te programas más, corres el riesgo de no completarlas. Si realizas estas tareas primero, te vas a sentir realizado y satisfecho pronto y el resto del día vendrá sobre ruedas. En cambio si las dejas para el final, probablemente no las hagas, las dejes para otro día (procrastinar) o las hagas de mala manera.
Trabaja en bloques de tiempo
Trabajar en bloques de tiempo ayuda a mantener la concentración, eliminar interrupciones, evitar el agotamiento y así aumentar la productividad y creatividad. Existen numerosos métodos de administración del tiempo pero uno de los más conocidos y usados es la Técnica Pomodoro.
La Técnica Pomodoro consiste en trabajar en intervalos de 25 minutos y sin distracciones, seguidos de 5 minutos de descanso. Después de repetir este intervalo de tiempo de 30 minutos 4 veces, se procede a un descanso más largo. Pincha aquí para más información sobre esta técnica.
Usar este tipo de técnica requiere un poco de práctica para acostumbrarse pero el esfuerzo vale la pena. Si crees que este método no es para ti, no pasa nada, hay muchos otros métodos de productividad por ahí. Tienes que probar hasta encontrar el que se adapte a tus características.
Evita las distracciones
A parte de lo que hemos comentado en la primera sección, es importante tener en cuenta que aunque la Técnica Pomodoro ayuda a evitar muchas distracciones, debes de tomar más medidas para minimizarlas al máximo. Para ello, puedes dedicar espacios de tiempo para contestar mensajes de correo electrónico, llamadas telefónicas, mensajes de texto, acceso a las redes sociales, etc.
Si mantienes todos estos canales abiertos y con las notificaciones activadas, lo más probable es que no trabajes en todo el día. Apaga tu teléfono móvil o desactiva las notificaciones o para evitar distraerte de forma innecesaria.